Vistas de página en total

martes, 14 de diciembre de 2010

Manifiesto de las bibliotecarias y bibliotecarios vascos.



Estamos alarmados, preocupados y enfadados El asunto comienza cuando la prensa española (El Mundo, La Razón) se hace eco de que en las bibliotecas de Euskadi existen ejemplares de la obra "Manual del torturador español" de Xabier Makazaga, publicado por la editorial Navarra Txalaparta el año 2009. El parlamentario del PP Carlos Urquijo presenta una pregunta en el Parlamento Vasco, en la que solicita información a la Consejera de Cultura sobre cuántas bibliotecas públicas vascas dispones de este libro. El episodio toma tintes grotescos cuando Loly de Juan, alcaldesa de Basauri del PSE manda retirar de la biblioteca municipal el ejemplar. Ante este hecho inmediatamente responden públicamente tanto el responsable de la editorial José Mari Esparza, como el propio autor del libro Xabier Makazaga.






Las bibliotecarias y bibliotecarios vascos vemos con preocupación este caso de censura, y queremos denunciarlo con este manifiesto. Podríamos atiborrar este texto de leyes, de artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos, manifiestos de la UNESCO, de las asociaciones de bibliotecarios (ALDEE, JOANA ALBRET, ASNABI), de las organizaciones internacionales dónde rotundamente se asevera y garantiza que todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y de recibir información, y el de difundirla, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. Podríamos saturar los periódicos con páginas que certifican que la adquisiciones de los fondos documentales de las bibliotecas públicas no pueden estar sujetos a la censura ideológica, política o religiosa, ni tampoco a presiones comerciales.



Pero ¿para qué?. Todo ello ya está escrito y pone en evidencia y descalifica a quiénes, a pesar de lo que predican son manifiestamente incapaces de ponerlo en práctica. Las bibliotecarias y bibliotecarios queremos acabar este manifiesto con un alegato y defensa de las bibliotecas públicas, en las que no cabe el espíritu censor, en el que se respira un aire de libertad y diversidad. Un lugar en el que como decía el manifiesto escrito y publicado por ASNABI (Asociación Navarra de bibliotecarios) :"Las bibliotecas, mal que les pese a algunos ciudadanos, no rechazan. Las bibliotecas públicas están hechas de un tejido inusual, un tejido no comercializable, no ideológico, un tejido que se expande, un tejido no censor. Ahí radica su grandeza, en su permeabilidad y su infinita capacidad."



Vitoria a 10 de diciembre de 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario